Telpochcalli UAQ: Cuando el verbo se convierte en llamas
- Gaceta UAQ
- 7 abr
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Actualizado: hace 7 días
En nuestra Universidad un grupo de jóvenes está demostrando que la palabra tiene poder. La Sociedad de Debate Telpochcalli, fundada hace casi un año, ya está dejando huella en la escena nacional e internacional del debate, con una misión clara: resignificar el uso del lenguaje como herramienta de pensamiento crítico, lucha social y crecimiento colectivo.
Dos de sus integrantes, Natali Jimena Sánchez López, estudiante de sexto semestre de Derecho, y Zabdiel León Guevara, estudiante de segundo semestre de Ciencias Políticas y Administración Pública, son un claro ejemplo de ello. Ambos representarán a la Universidad Autónoma de Querétaro en una competencia internacional en República Dominicana.
De la oratoria al debate
El camino de Natali comenzó en la oratoria, disciplina en la que es campeona nacional. Junto a un grupo de estudiantes, participó en su primer torneo interuniversitario en la UNAM, la Copa Puma. “Pensábamos que el debate era igual a la oratoria, pero no. Aún así, quedamos en sexto lugar nacional. Regresamos con la idea clara: fundar nuestra Sociedad de Debate en la UAQ”, comparte.
Zabdiel llegó por otro camino: “Un amigo me dijo ‘tú que hablas mucho de política, deberías conocer a este grupo’. Así conocí a Leonardo, el entonces presidente de la Sociedad, y me invitaron”. Desde entonces, el debate se volvió parte esencial de su formación.
¿Qué se necesita para debatir?
El único requisito para unirse a Telpochcalli es ser estudiante del sistema UAQ. El resto se construye en comunidad: entrenamientos teóricos, simulaciones presenciales y mucho estudio colectivo. “El debate es una experiencia exigente, no solo física sino mental. Después de un torneo, no eres la misma persona”, dice Zabdiel.
Los torneos más reconocidos de debate suelen estar dominados por instituciones privadas con recursos, coach profesionales y clases específicas. Para una universidad pública como la UAQ, cada participación es un acto de resistencia. “Hay que dejar el trabajo, las clases, buscar fondos. Pero también es un orgullo. Representamos a nuestro estado, a nuestra universidad y a México”, explica Natali.
Hoy, la delegación que viaja a República Dominicana lleva consigo una carga importante: mostrar que la educación pública también forma líderes con pensamiento crítico, capacidad dialéctica y compromiso social. “Tenemos campeones, subcampeonas, y lo más importante: una comunidad humana. Telpochcalli es eso: personas que debaten con el corazón”, dice con orgullo.

Prepararse para alzar la voz
El proceso de entrenamiento combina teoría, análisis de noticias internacionales, simulaciones y mucho trabajo personal. “Vemos debates antiguos, estudiamos temas como bioética, política internacional o tecnología nuclear. Nunca sabes qué te tocará defender, por eso tienes que prepararte en todo”, comenta Zabdiel.
Además del entrenamiento técnico, hay un énfasis especial en la cohesión del grupo. “Más allá de ser una delegación competitiva, queremos que todos disfruten del proceso. Que sepan que están cobijados, acompañados”, añade Natali.
El debate como herramienta de transformación
Ambos coinciden en que el debate no es un fin, sino un medio. “Queremos sacar el debate de las aulas. Vivimos en un país polarizado, donde la palabra se usa sin pensamiento crítico. Nuestra meta es usarla para construir, para transformar”, dice Natali.
Zabdiel lo resume con una frase del subcomandante Marcos: “Debatir es combatir sin disparar balas, pero con la misma energía y la misma garra de un revolucionario que busca su dignidad.”
Ambos quieren seguir creciendo en el circuito de debate, con la mira puesta en un campeonato nacional. Pero más allá del trofeo, su meta es seguir formando comunidad. “Queremos que más estudiantes, de todas las facultades, se animen a debatir. Que sepan que aquí tienen un espacio”, dice Natali.
“Yo no sabía que el debate existía”, agrega Zabdiel. “Ahora sé que es una herramienta para romper estructuras, para combatir el status quo. Usar tu voz puede ser un acto de lucha.”
¿Quieres unirte?
Si estás interesado en ser parte de Telpochcalli, puedes seguir su página en Instagram: @Telpochcalli.UAQ. Ahí encontrarás información sobre sus actividades, entrenamientos y cómo acercarte.
Su lema lo dice todo: “Habla con el corazón, convierte el verbo en llamas.”
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