Demostrando habilidades y destrezas
- Gaceta UAQ
- 17 oct 2024
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Eduardo Sánchez Aguillón y José Armando López Aguilar, estudiantes de quinto semestre del Plantel Bicentenario, obtuvieron el segundo lugar en un emocionante concurso de cohetes impulsados por agua. Este concurso, organizado por la UNAM Campus Juriquilla, reunió a más de 150 equipos de diferentes preparatorias y 25 parejas de nivel licenciatura, fue una gran oportunidad para que los jóvenes demostraran sus habilidades científicas y su capacidad para resolver problemas de manera creativa.
La motivación para participar en el concurso vino de la mano de su maestra, Georgina Torres, quien los alentó a competir junto a otros compañeros del salón. "Todo el salón quiso participar", comentan. Lo que comenzó como un interés compartido por la ciencia y la experimentación, se convirtió en una intensa competencia interna antes de enfrentarse a otros equipos del estado de Querétaro.
El Proceso de Construcción
El reto principal del concurso era diseñar y construir un cohete impulsado por agua que recorriera 70 metros y cayera dentro de un área específica. Eduardo y José Armando decidieron enfocarse en hacer un cohete cilíndrico, que es la forma más eficiente para soportar la presión. "Muchos usaron botellas alargadas, pero no funcionaban tan bien", explican. Para equilibrar el cohete y mejorar su estabilidad, añadieron peso en la punta utilizando plastilina, lo que les permitió lograr el impulso necesario.
Sin embargo, el equipo enfrentó algunos desafíos técnicos importantes. Un problema clave fue la válvula de la base del cohete, que no coincidía con las medidas de la compresora, complicando el control de la presión. A pesar de estos obstáculos, lograron adaptar el prototipo para que funcionara correctamente.
Sorpresas y Emociones en el Concurso
El día del concurso, el equipo no estaba seguro de que su cohete hubiera alcanzado el objetivo. "Cuando lo lanzamos, el cohete no salía bien y el agua se estaba escapando. No vimos ni dónde cayó", relatan. Sin embargo, para su sorpresa, durante la premiación se les mencionó como los ganadores del primer lugar, aunque posteriormente se corrigió el error y se les otorgó el segundo lugar. Aun así, la experiencia fue emocionante para ambos, superando sus expectativas iniciales.

Lecciones Aprendidas y Consejos para Otros Estudiantes
Eduardo y José Armando no solo disfrutaron la competencia, sino que también aprendieron importantes lecciones de trabajo en equipo, resolución de problemas y perseverancia. "Lo más divertido fue ganar experiencia en algo nuevo", comentan. Ambos alientan a otros estudiantes a participar en concursos similares, asegurando que el miedo a fallar no debe ser un obstáculo: "Lo peor que puede pasar es perder, y eso no es tan malo".
La Importancia de los Concursos Científicos
Para estos jóvenes, los concursos como el de cohetes de agua son fundamentales para complementar el aprendizaje en el aula. Consideran que estas actividades permiten a los estudiantes experimentar con los conceptos que aprenden teóricamente, haciéndolos más tangibles y emocionantes. "Es importante tener más actividades didácticas que te permitan salir de las clases tradicionales", concluyen.
El logro de Eduardo Sánchez y José Armando López en este concurso demuestra cómo la perseverancia, el trabajo en equipo y el entusiasmo por aprender pueden llevar a grandes resultados. Este segundo lugar no solo representa un éxito en términos de la competencia, sino también un paso hacia futuras oportunidades en el campo de la ciencia y la tecnología.
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